Breve historia del café espresso en Italia y el mundo por Jonathan Morris
La mascota del café:
“Breve historia del café espresso en Italia y el mundo por Jonathan Morris”
En República
Dominicana a los cuadernos les dicen genéricamente mascotas. Según he escuchado,
en tiempos pasados la marca de los cuadernos era “Mascota” y con el correr de
los años el cuaderno de apuntes y de tareas adquirió este nombre genérico.
Tengo como
costumbre mantener una mascota en donde escribo diferentes actividades que
realizo alrededor del café, y esta es la “Mascota del café”, no solo es un
cuaderno de apuntes, es una verdadera mascota porque me acompaña en mis tiempos
inútiles que es cuando aprovecho para hacer cosas diferentes del café, ensayos,
traducciones, tablas, etc.
Por estos días me
encontré en el internet un articulo que me pareció muy interesante el cual es
una traducción al ingles de “Storia dell’espresso nell’Italia en el monde” in
Maurizio Cocianich ed., 100% Espresso Italiano (Trieste, Antorami, 2008) pp
4-32.
Acá va la mascota
del café:
El boom global
del consumo de café “fuera del hogar” desde mediados de los años 1990s ha
generado un renovado interés en el mundo del café entre los académicos y el
publico en general. Las políticas de producción de café y del mercado han sido
investigadas de muchas maneras, aunque estos estudios han tendido a ignorar
este boom que ha sido motor de un profundo cambio en las preferencias del
consumidor desde la tradicional bebida de café ‘nacional’ hasta aquellas
basadas en el uso del espresso.
El café espresso
es el producto de un proceso de preparación inventado en Italia en la primera
mitad del siglo 20 y actualmente es un icono del país. El “café estilo italiano”
(todas las formas de bebidas de café que usan como base un espresso) han
seguido trayectorias similares a otros alimentos típicos como la pasta y la
pizza en la proyección de la cocina italiana.
Pero fueron los norteamericanos
(USA) quienes popularizaron el café espresso y sus bebidas derivadas.
La globalización
del espresso se debe mas a las bebidas derivadas del espresso basadas en la
leche antes que al café espresso en si mismo.
Las primeras cafeterías
datan de los años 1640 aunque la primera registrada es de 1683.
Hasta el siglo
XIX el café se servía de una forma generalizada en toda Europa. Eran métodos
basados en la infusión y se servía en ollas (pots).
Mientras que los cafés
forman una importante parte de la historia del café en Italia, ellos no forman
parte de la historia del “café italiano”.
La historia
realmente comienza en 1901 cuando el inventor Milanés Luigi Bezzera registró
una patente para una maquina de café que consistía en una caldera de bronce
(brass boiler) calentada con carbón, el cual producía vapor que era usado para
forzar el agua caliente a través de una pastilla de café sujetada a la cabeza
del grupo, bajo una presión de alrededor de 0.75 atm.
Nota: Con la ayuda de Google y la Wikipedia
encontramos que unos años atrás fue patentada la primer maquina espresso por
Angelo Moriondo, quien nació en Turín en junio de 1851. Su familia estaba
involucrada en el negocio del chocolate y tenían el Grand Hotel Ligure que fue
el catalizador del novedoso invento para poder atender a sus clientes.
Moriondo recibió la medalla de bronce en
la Exposición de Turín de 1884, obteniendo una patente por 6 años en mayo de
1884 bajo el titulo “Maquinaria New vapor para la confección económica e
instantánea de bebida de café, el método 'A. Moriondo”. La maquina fue
construida por el mecánico Martina bajo la dirección de Ángelo quien continuo mejorándola
y patentando cada innovación que realizaba. En Octubre de 1885 le adjudicaron
una patente internacional en París. Ángelo nunca las construyó con el objetivo de comercializarla sino más bien de
usarlas en el hotel de la familia y sus otros establecimientos de chocolatería
puesto que pensaba que atraían público curioso quienes compraban sus productos
y servicios.
En el Blog de café Bisetti dice textualmente:
“La máquina presentaba un sistema de
erogación inmediata y personalizada. Es decir, utilizaba una carga de café por
bebida y esta se preparaba a petición, empleando la presión del vapor atrapado
en la caldera para realizar la extracción. Con esta patente, el llamado café
espresso recibía su partida de nacimiento.”
Parece que el novedoso invento de
Moriondo cayó en el olvido y posteriormente lo retomaron y mejoraron Bezzera y
Pavoni.
Esta patente de
Luigi Bezzera fue adquirida por el fabricante Desiderio Pavoni en 1903, quien
la usó para producir una maquina llamada “Ideale” en 1905 la cual fue la primer
cafetera espresso de producción comercial. Aunque Pavoni fue el primer
fabricante, le permitió a Bezzera continuar produciendo maquinas bajo su propio
nombre. Ambos fueron a la feria de Milán en 1906.
El valor agregado
de la nueva maquina era el poder preparar una taza individual de café
“expresamente” para el cliente en el momento del pedido. El uso del termino
“espresso” también reflejaba el hecho de que el agua era “expresada” a través
del café a la supuesta velocidad de despacho de la bebida, aunque se tomaba en
menos de 45 segundos.
Un poster de 1922
diseñado por Leonetto Cappiello para el otro fabricante líder en la primera
mitad del siglo XX, Victoria Arduino de Turín empleando el estilo artístico
futurista que estaba en boga, para hacer una imagen visual entre la idea de un
tren espresso (también conocido como “espresso”) y también el hecho de que
tanto la cafetera como la locomotora eran movidas mediante el vapor.
La bebida
producida por estas cafeteras era muy diferente del espresso que hoy conocemos.
Debido a la contaminación del vapor, y las altas temperaturas en la cabeza del
grupo (130-140°C), el café se presentaba negro, antes que marrón, y sabia
quemado. No aparecía la crema que ahora asociamos con el espresso, debido a las
bajas presiones a las que era producido, y era servido significativamente mas
largo, como lo muestra claramente el tamaño de la taza en el poster de
Capiello. En conclusión, probablemente la bebida de café obtenida se parecía
mas a un café filtrado que a un espresso contemporáneo.
Debido a las
condiciones del mercado, en las primeras tres décadas del siglo XX los
principales fabricantes, principalmente Pavoni en Milán y Victoria Arduino en Turín
exportaron mucho a Francia, Alemania y Europa Central. En esta misma época
surgieron una gran cantidad de fabricantes artesanales, particularmente en las
vecindades de Milán, en donde el directorio comercial de 1939 registraba 22 compañías
incluyendo a Bezzera, Carimali, Pavoni, Snider y Universal.
En los años 1920s
el consumo per cápita de café en Italia alcanzo 1.2 Kg/año. Sin embargo, para
el régimen fascista el café era un lujo. En los años 1930s el consumo cayo hasta 0.8 Kg per cápita.
Posiblemente la contribución
mas importante del régimen fascista al café fue el termino “Barista” puesto que
apareció como una alternativa a la palabra americana “Barman” puesto que la intención
era purgar el idioma de toda influencia lingüística extranjera.
Las cafeteras
espresso de la pre-guerra dejaban mucho que desear en cuanto a la calidad del
sabor de la bebida producida. En la década de 1930 se patentaron varias
innovaciones para corregir estos defectos.
Francesco Illy,
fundador de Illycaffe en Trieste, por ejemplo, registró la “illeta”, una
maquina que trabajaba con aire comprimido en 1935, pero nunca la han producido.
En 1938 un
ingeniero Milanés llamado Cremonese murió dejando patentado un pistón a presión
con tornillo (screw-press piston) para empujar el agua a través del café,
dejando los derechos a su esposa Rosetta Scorza. En el mismo año, Achille
Gaggia, propietario de bar con interés particular en el café también registró una patente para un pistón
manual rotativo (rotating handle piston)
para hacer el mismo trabajo. Parece que esto infringió la patente de Scorza y
le pagó los derechos de nuevo. Sin embargo, con la decadencia del consumo del
café, seguido por el rompimiento de la guerra, motivó muy poco para la producción
de estos inventos.
La revolución en
la historia del espresso llega cuando en 1947 Gaggia registró una nueva
patente, esta vez por un pistón accionado que incorpora la palanca de engranaje
y el resorte. Este elemento fue muy simple de operar con la mano y forzaba el
agua caliente extraída directamente de la caldera a través de la pastilla de
café. El uso del pistón significó que la extracción ahora tenía lugar bajo 9
atmosferas de presión lo cual produjo que los coloides y aceites esenciales del
café crearan un “mousse” o crema en la superficie de la bebida resultante.
Hoy esta crema es
una característica que define el espresso; sin embargo en ese momento esta
nueva bebida fue renombrada como “café crema” para distinguirla de la bebida
espresso previamente existente.
En 1948 apareció
la primer maquina de palanca clásica Gaggia, fabricada por Ernesto Valente de la compañia de ingeniería eléctrica
Faema. El slogan de la maquina Gaggia
demuestra claramente su naturaleza revolucionaria: “crema natural del
café” y “trabaja sin vapor”. Durante las siguientes décadas las innovaciones
que tuvieron lugar dentro de la industria a una buena velocidad buscaban
apropiarse y mejorar la tecnología por parte de los diversos fabricantes. Las compañías
líderes estaban radicadas en los alrededores de Milán, en donde los componentes
y el personal fluían entre las diferentes factorías.
La compañía
Cimbali reemplazo el resorte del pistón (spring-loaded pistón) que requería considerable
fuerza para operarlos con palancas hidráulicas (levers).
Pavoni –inspirado
por Gio-Ponti- puso horizontalmente la caldera para permitirle al Barista
interactuar con sus clientes.
Nota: Gio Ponti (1891- 1979, Milán) Fue uno de los
arquitectos más importantes de Italia. Abrió la Trienal de Milán a las
tendencias más nuevas del arte. En esta misma ciudad construyó edificios para
oficinas Montecatini, 1936; Pirelli, 1956. Fue muy importante su actividad en
favor de la renovación del mueble y de la decoración de las viviendas.
Desempeñó muchos papeles en su larga carrera, siendo arquitecto, diseñador,
artesano, poeta, pintor, en definitiva un apasionado del diseño al que se le
puede considerar el creador de un nuevo renacimiento italiano de la posguerra.
Fue un Diseñador Universal, después de hacer muchos objetos diferentes en
diversos campos - de escenarios, lámparas, sillas, objetos de cocina, el
interior de los transatlánticos famosos, pavos reales. Aunque los ejemplos más
exitosos de Ponti de diseño industrial tienen un aire peculiar. Tomo las curvas
voluptuosas de La Cornuta en su máquina de espresso diseñada para La Pavoni en
1948, que se convirtió en un símbolo de "La Dolce Vita" Italiana. En el New York Times hay un articulo interesante.
Pero fue Ernesto
Valente, quien se había retirado de Gaggia en 1950, quien llegó con la invención
mas radical en 1961 introduciendo una bomba eléctrica en su maquina Faema E-61
que era operada por un simple interruptor. En lugar de tomar el agua de la
caldera, la bomba la traía directamente de la fuente principal, presurizándola
y pasándola a través de un intercambiador de calor antes de alcanzar la cabeza
del grupo. Esta maquina fue por lo tanto capaz de realizar una “erogación
continua” dándole al Barista control sobre los parámetros y el tiempo de extracción,
pero no le obliga a proporcionar la energía para el proceso. Tales maquinas semiautomáticas
aun son el estándar en Italia.
El arribo del
“café crema” marcó no solo un café de estilo italiano distintivo, sino también
el nacimiento de una cultura del café italiana, bajo la premisa de que el café
consumido fuera de casa sabia muy diferente.
Este desarrollo
fue la fuerza motora de la modernización de la economía italiana en los años
1950s con una fuerte migración del campo a la ciudad. Los nuevos parroquianos
socializaban en los pequeños bares mientras tomaban café y veían las primeras
transmisiones de la televisión italiana.
El café era uno
de los productos más baratos disponibles y era como el boleto de entrada,
particularmente para las mujeres. Así apareció el “Bar Sport” (Bar deportivo),
lugar en donde se escuchaba, hablaba, leía, veía futbol, el totocalcio
(introducido en 1946). Apareció el
“Caffe Sport” como un nuevo coctel para acompañar esta
actividad.
Nota: el totocalcio es un juego promocionado por
el gobierno cuyo objetivo es la predicción de los resultados de 14 partidos de
fútbol.
El numero de
bares y licencias para cafés aumento de 84,250 en 1956 a 95,727 en 1961 y
alcanzo 118,029 en 1971. En el 2001 había 141,000 bares y cafés en Italia,
comparado con solo 86,000 restaurantes.
Las leyes
anti-inflacionarias impuestas desde 1911 forzaron la cultura de tomarse el café
parado puesto que si se sentaba en la mesa los impuestos eran más altos.
Nota: En Italia hace un par
de años costaba un espresso parado alrededor de 1 Euro la taza.
El consumo anual
per cápita promedio aumentó de 1.5 Kg en la década de 1950 a 2.5 Kg en la
siguiente década.
Lavazza se expandió
rápidamente siendo el primer tostador en romper un mercado regional,
construyendo su posición vía el surgimiento de nuevos canales de comunicación y
distribución aparecidos en el periodo tal como la televisión y los
supermercados. En 1966 Lavazza tenía la planta más grande de Europa con ventas
sobre los 10 millones de Kg anuales (o
sea unos 208,333 sacos de 60 Kg de café
verde, dando 17,361 ss mensuales).
El café fue motor
de desarrollo de 3 importantes puertos como son Génova, Trieste y Nápoles.
El hecho mas
distintivo de la cultura cafetera italiana permanece en la diferencia entre el
consumo en la casa y fuera de ella. El advenimiento del “café crema” fue
particularmente importante en su preservación, ayudándole el hecho de que en
mas del 90% de los hogares italianos cuelan café con la cafetera Moka Bialetti,
la cual usa efectivamente presión del vapor para producir la bebida con un
sabor muy similar a las primeras cafeteras espresso que producian un café sin
la característica crema de la actualidad.
LA CONQUISTA DEL
CAPUCHINO:
La primera fase
en la exportación de la cultura del espresso italiano fue conducida por el
sector de las maquinas, extendiéndose por el Mediterráneo en donde hay notorias
variaciones en el tamaño del café estándar (así el “bica” portugués es mas
grande que el “caffe” italiano pero mas corto que el café español estándar).
Gaggia y Faema
establecieron subsidiarias en Barcelona en la década de los años 1950s, siendo
hoy la tercera ciudad en importancia en la fabricación de maquinas espresso comerciales,
detrás de Milán y Seattle.
Los mercados
antiguos de la Europa Central también adoptaron la nueva bebida, como son
Austria, Hungría y Suecia. Los inmigrantes italianos contribuyeron notablemente
a la expansión del café espresso.
En la década de los
años 1950s las heladerías italianas (Gelaterias) existentes en Alemania
adoptaron el nuevo café espresso para ser servido durante el invierno,
reforzando los ingresos durante esta mala temporada por naturaleza para ellos.
Con su opción de sentarse afuera y la moderna atmosfera ofrecían a los alemanes
la oportunidad de imaginarse coparticipes de una cultura “Europea” aun durante
el aislamiento mental y económico de los años inmediatamente posteriores a la
guerra. El turismo en masa incremento la exposición al café italiano desatando
un deseo de brindar la bebida a los alemanes junto con la adquisición de muchas
maquinas domesticas para preparar el café espresso en casa. Algunos estudiantes
activistas presentaron este entusiasmo como una forma de identificación política
con el comunismo italiano y las fracciones revolucionarias, aunque esto no los prevenía
de competir con sus compañeros por comprar los símbolos de estatus técnicamente
mas avanzados. Eventualmente los fabricantes domésticos respondieron esta
demanda con Krups lanzando su primer espresso domestica en 1983.
En el Reino Unido
el primer bar de café abrió usando un nuevo estilo de maquina Gaggia en el Bar
Moka del distrito Soho en Londres. Tanto el momento como el lugar fueron muy
significativos. 1952 fue el año en que el café cesó de ser racionado en Gran
Bretaña y se convirtió en uno de los comodities que fueron redescubiertos por
los consumidores. Soho era parte del distrito del entretenimiento central de
Londres, con un gran número de hoteles, restaurantes, pubs y clubs en donde el
personal era originario principalmente de inmigrantes, notablemente de la
comunidad anglo-italiana. Sin embargo, los propietarios del Bar Moka eran una
pareja de judíos de Leeds. Como la mayoría de los involucrados en la explosión
de los bares de café, Ross venia del sector de catering y no era un miembro de
la comunidad italiana o anglo-italiana. Mientras que los bares de café
comercializaban en los aspectos bohemios y continentales, la autenticidad fue
menos importante que la construcción de un ambiente exótico incorporando una
amplia variedad de puntos de referencia: así como el primero de estos anunciaba
en el “Times” ofreciendo cocina de primera clase, espresso italiano y
hamburguesas americanas genuinas.
El café fue
ampliamente tomado como capuchino antes que como espresso. Fueron varias las
razones para esto. Primero, los británicos acostumbraban combinar las bebidas
calientes con leche, café o te, y tenían la temprana experiencia de la leche
espumada de los bares lácteos de América. Segundo, el acto de frotar la leche
como clave teatral de la experiencia ofrecida en el bar de café, ambos la
escena y el sonido de su preparación, y la apariencia exótica de la bebida.
Finalmente, la función social de la bebida. Los bares de café son el punto de
encuentro y el lugar de socialización, para lo cual se presentaban mejor las
bebidas grandes antes que un espresso. Lo servían caliente y se requería tiempo
para que se enfriara a una temperatura apta para el consumo.
En los EE UU las
“Coffee Houses” comenzaron estrechamente asociadas con las culturas juveniles,
proporcionando un lugar para los poetas y músicos populares en las costas este
y oeste. De nuevo las bebidas fueron significativamente alteradas o aumentadas
para acomodarlas al gusto americano. El espresso apareció como el “espresso
romano” con la adición de una cascara de limón mientras que el capuchino se servía
con canela o nuez moscada espolvoreada en la superficie como estándar y
frecuentemente incluía crema batida (acercándola al Kapuziner vienes). La televisión
causo la perdida de popularidad de las tiendas de café (coffee houses) porque
se quedaban en casa viendo TV y el espresso de nuevo se confinó en los enclaves
ítalo-americanos de las grandes ciudades, tal como North Beach en San
Francisco.
Como lo podemos
ver claramente el café al estilo italiano ha sufrido transformaciones a través
del tiempo para ajustarse a los gustos locales.
En la década de
los 1950s el capuchino en Italia era considerado como una bebida para las
mujeres, y fue solo en la década de los 1980s que comenzó a ser mas
frecuentemente ordenada fuera del hogar y aun solo como una bebida del desayuno
debido a la aversión del italiano por consumir leche con el estomago lleno.
Fueron los importadores locales los que realizaron el potencial del capuchino
para promover el consumo.
EL ATRACTIVO DEL
LATTE
Expertos dentro
del mundo del café sugieren que el sabor del espresso en Inglaterra fue muy
parecido a masticar un lápiz, mientras que las cafeterías ítalo-americanas
fueron acusadas de servir mezclas de pobre calidad probablemente motivadas por
firmas italianas con cafés vencidos. Pero tal vez el peor daño a la calidad fue
generado por las grandes compañías compitiendo por el mercado domestico a bajo
precio, lo cual lo lograban bajando la calidad, aumentando el contenido de
robusta en las mezclas y con el colapso del acuerdo internacional del café en
los 1980s, lo cual hizo desaparecer los controles y con la llegada de Vietnam
como uno de los mas grandes productores de café en el mundo.
Así estaba el
mundo del café cuando comenzó el movimiento de los cafés especiales en los
Estados Unidos que buscaba crear un enlace efectivo entre todos los
protagonistas de la cadena del café, desde el campo hasta los detallistas
finales promoviendo los estándares de calidad.
La SCAA fue
fundada en 1982 promoviendo el uso de granos de calidad Premium que marcaran un
sabor distintivo en la taza, preferiblemente originarios de una sola región o
estado. Originalmente se enfocó en el detalle de granos para consumo en el
hogar pero durante los 1980s algunos auto-llamados “detallistas gourmet”
comenzaron a promoverse sirviendo el café en sus tiendas. La mayoría de su
esfuerzo se basó en el poder de la degustación de muestras, el patrocinio local
y el mercadeo de guerrilla, sobre la base de que las personas probaran la
diferencia entre el café ordinario y el Premium para convertirlos
posteriormente. La cuestión era que las bebidas podian ser usadas para
comunicar estos valores a los clientes potenciales. Así el movimiento especial
probó aditivos como los sabores y los siropes que incrementan la dulzura y
añaden sabores para incrementar el valor.
Sin embargo, la innovación
clave fue el uso de bebidas a base de espresso y las apariencias atractivas de
las maquinas que los preparan que le dan a la actividad una imagen de aumento
de la calidad. La percepción del espresso por parte del público en general era
una bebida corta, amarga y oscura a la cual había que añadirle 10 porciones de azúcar
para poder beberlo. Que esto era lo que estaban pretendiendo vender los
emprendedores de los carritos bar de Seattle.
Las ventas de los
carro-bares en Seatlle en 1990 fueron el 75% de café latte –esencialmente una versión
de café con leche en la que la leche caliente vaporizada y “texturizada” era
puesta sobre una base de espresso. En contraste al “café au lait” o café
preparado “blanco”, sin embargo, el sabor del café fue mucho más fuerte debido
a los mayores niveles de extracción obtenidos durante la preparación del
espresso, algo muy opuesto a la preparación convencional del café.
Los tostadores de
EE UU tendían a usar para sus cafés especiales un tueste muy oscuro –el así
llamado “french roast” (En Italia los tuestes son cercanos al medio). Tal vez
por el deseo de adicionar “carácter” al café. Pero según los expertos lo que se
lograba era dañar la calidad del café, por el excesivo tueste.
El resultado era
una bebida que para los consumidores era una combinación de sabor y textura y a
la par el teatrismo visual de su preparación testificaba su carácter de “hecho
a mano”.
El resultado
final fue la aparición del así llamado “ARTE LATTE”, o sea la creación de
diseños en la superficie de la bebida usando diferentes técnicas de vertido que
reafirmaban la singularididad y originalidad de cada taza.
Dentro de las cafeterías
el trabajo del Barista (un termino popularizado por el movimiento de cafés
especiales) fue realizado mas visiblemente al posicionar las maquinas semiautomáticas
en la parte de atrás del mostrador, a la vista del cliente.
Las bebidas
probaron no ser sensibles al precio con los clientes felices por pagar mas por
la calidad percibida. El desarrollo del computador personal afianzó este hecho
al tomar el “coffee break” de acuerdo a las preferencias individuales del
cliente antes que a un momento conveniente en el ciclo de producción. El
advenimiento de la Laptop (de los teléfonos
celulares y las tabletas) y del Wi-Fi intensificaron esta tendencia
aportando a la cafetería la función de lugares alternativos del trabajo.
El centro del
movimiento del café de especialidad fue el Pacifico Noroeste de los EE UU y en
particular Seattle. De ser un centro industrial antiguo de fabricación de los
aviones Boeing pasó a ser el cuartel de Microsoft y del nuevo negocio del
carro-bar (coffee carts).
En los años 1990s
habían mas de 200 de estos carro-bar a través de la ciudad de Seattle, los
cuales fueron posteriormente eclipsados por las cafeterías (coffee house,
coffee bar o coffee store).
En 1989 según la
SCAA en EE UU había 500 puntos de venta de café especial (specialty coffee
outlet) y en 1994 habían alcanzado 3600.
Los indicadores
mas valiosos de este fenómeno según Gallup son la edad, la educación, el
ingreso y la región, con el bebedor típico de café siendo una persona entre
18-34 años educada en un college y con unos ingresos superiores a US$ 50,000
viviendo en los estados del Oeste o el Atlántico medio. David Brooks los
identifico como la nueva clase emergente “Bobo’s – Bohemios Burgueses
(Bourgeois Bohemians)” quienes han creado una América en donde los suburbios de
alto estrato fueron súbitamente dotados con cafeterías artísticas, donde la
gente bebía cafés Europeos y escuchaba música alternativa.
Beber café Italiano
comenzó a ser una elección de un estilo de vida, un indicador de membrecía de
un “sattus group” en el cual el capital cultural obtenible a través de la educación,
la cohorte generacional y la localización regional eran mas importantes que el
ingreso y la ocupación.
Starbucks fue el
factor clave en esta revolución, abrió como tostador gourmet y al detalle en
Seattle en 1971 y fue reinventado por Howard Schultz en 1987 como cafetería,
inspirado por viajes a Milán y Verona. Schultz sin embargo tuvo el acierto de
ajustar las bebidas a las demandas de los clientes. Un año antes del cambio
abrieron una cafetería muy a la Italiana llamada “Il Giornale”, en donde hasta
la música era Italiana (opera). Esta experiencia les sirvió para darse cuenta
que deberían de adaptarla a la cultura Americana y así lo hicieron.
Estos cambios
fueron aplicados también al café en si mismo. Por ejemplo, un capuchino pequeño
de Starbucks es cerca de 2 veces el tamaño estándar Italiano, pero solo
contiene un shot simple de espresso. No solo el mayor volumen parece dar un
mayor valor, sino que también suaviza el sabor. Mientras tanto el uso de leche
de soya o baja en grasas las aparenta más saludables, mientras que el uso de
nombres Italianos adiciona “autenticidad” y “valor” a la bebida.
Starbucks no
inventó la formula de la cafetería, pero fueron los primeros en mercadearla y
reproducirla a través del país estandarizándola.
Y donde están los
italianos en todo esto?
La respuesta
global tiene que ver con la perdida de las oportunidades iniciales ofrecidas
por la revolución de la especialidad. Es famoso que la Faema rechazó a Schultz
sobre la base de que los americanos nunca aprenderían a beber espresso. Ellos
estaban en lo cierto- pero como Shultz lo demostró, esto no significaba que
ellos nunca beberían las bebidas de café con base en la leche de los italianos
tal como el latte.
Al final, sin
embargo, otro fabricante italiano de cafeteras probaría el beneficio del gusto
Americano – la compañía artesanal la Marzocco, basada en Florencia. Esta
empresa fue fundada en 1927 por Guiseppe Bambi. El paso la firma a su hijo
Piero, quien continuo el diseño de las maquinas de la compañía. En 1970, Bambi
produjo una nueva serie GS de maquinas con 2 calderas separadas, una para el
agua caliente usada para preparar el café espresso y otra exclusivamente para
la generación de vapor usado en la leche.
Mientras esta innovación
tenía considerables ventajas por el mejoramiento de la estabilidad de la
temperatura en el grupo de erogación, fue el poder del vapor el que cautivó a
los americanos en donde había mayor demanda de este uso que en el caso de los italianos.
Kent Bakke, un distribuidor de maquinas de Seattle quedó impresionado con este
hecho y comenzó a suministrarlas a las compañías locales, incluyendo a
Starbucks.
A medida que crecía
la cadena de cafeterías, también lo hacia la demanda de maquinas Marzocco, lo
que llevo al establecimiento de una fabrica sucursal en el mismo Seattle.
Aunque Starbucks en 1999 se cambió a una maquina Suiza supra-automática, que
condujo al cierre de esta sucursal, Marzocco continua siendo una compañía
altamente exitosa, exportando el 97% de sus productos.
Mientras tanto
los tostadores Italianos estaban ahora mejor posicionados para exportar sus
productos. En particular Illy Caffe explotó las oportunidades brindadas por el
movimiento de cafés especiales para promover su mezcla 100% arabica como un
producto Premium, con su carismático presidente Dr. Ernesto Illy, haciendo
apariciones regulares en los eventos tales como las conferencias de la SCAA,
principalmente en 1992.
Illy concentró su
presencia en el sector de los restaurantes, estableciendo las calidades de
marca en la mente de los consumidores- antes de entrar en el sector al detalle.
Una estrategia global de comunicación fue establecida en la base de que los
consumidores de Illy estaban mejor definidos como miembros de una clase
transnacional de consumidores educados, que uno segmentado por lazos
nacionales. Los ingresos en el extranjero de Illy aumentaron desde un 20% en
1990 hasta exceder el domestico por primera vez en el 2005.
EL ESPRESSO
GLOBAL
El éxito de Illy
fue un indicativo de las nuevas oportunidades abiertas para los tostadores
mediante la reproducción del modelo de cafetería Americana en los países
desarrollados y en vía de desarrollo.
En la década de
los años 1970s el café tostado exportado promediaba menos de 1 m Kg siendo el
principal importador el Vaticano (Si 1 m
Kg son 1 millón de Kilos, equivale a unos 20,833 sacos de 60 Kg de café verde).
En la década de los 1980s Francia, Alemania y Holanda superaron a la Santa Sede
, pero aun en 1988 la cantidad de café siendo re-exportado de Italia estaba por
debajo de 12millones de Kilos (250 mil
sacos). En la década de los años 1990s alcanzaron 58 millones (1,208,333 sacos) y en el 2007 fueron
132.5 millones (2,760,417 de sacos)
La mayoría de
estas ventas son fuera del hogar, en el mercado HORECA (HOtel-REstaurante-CAfeteria).
He aquí que el triunfo de las bebidas basadas en el espresso sobre los estilos
tradicionales de preparación ha sido mas una monería porque los consumidores están
reticentes de pagar por bebidas que pueden preparar igualmente bien en casa. Además
del importante papel que desempeñó EE UU en el surgimiento de este nuevo
formato de cafetería, también la imagen de Italia fue importante. La percepción
de Italia cambio a finales de los años 1980s y comienzo de los 1990s,
epitomizada por el éxito internacional de los diseñadores tal como Armani, músicos
como Pavarotti y la copa mundial de los 1990s. Esta re-evaluación coincidió con
el desarrollo de una cultura Pan-Europea de la juventud unida a la música
(notablemente MTV Europa), viajes aéreos baratos y el incremento de la movilidad
de los estudiantes.
Estos cambios han
impactado el sector del café. El boom en los 1980s en Gran Bretaña ha
incrementado el habito de comer por fuera de casa, con la cocina Italiana
reposicionada como un producto de alta calidad, en contraste con los negocios
de pizas y espaguetis baratos de los años 1970s. Los nuevos restaurantes servían
espresso, preferiblemente de una Gaggia para demostrar su seriedad. Los cafés
Anglo-Italianos reemplazaron sus maquinas con cafeteras espresso genuinas como
parte del incremento de su oferta Italianista, renombrando sus cafés blancos
como “caffe latte” y reemplazando el sándwich tradicional por el panini. Costa
Coffee comenzó a abrir estaciones de espresso al final de los 1980s,
gerenciados por miembros de familias Anglo-Italianas conocidos como Costas ,
que operaban un sistema de quasifranquicia.
Comenzaron a aparecer cafeterías en Europa, muchas
cadenas se nombraban como italianas para distinguirse de Starbucks y sus
imitadores.
Caffe Nero tiene
cerca del 40% del mercado de las cafeterías en Italia. Starbucks y McCafe son
de origen Americano. Costa y Nero resaltan su influencia Italiana. Costa Coffee
fue comprada por el conglomerado Británico Whitbread en 1995 para replicar la
formula Starbucks en Gran Bretaña.
Caffe Nero fue
fundada al mismo tiempo y ahora es una de las 20 compañías de crecimiento más rápido
en Europa.
Costa y Nero
recalcan su identidad Italiana.
El material
promocional de Costa proclama ser café Italiano y han comenzado a vender café
al detalle con la marca “Costa Italia’
Muchos años después
de ser propiedad de Whitbread los hermanos Costa tienen una fuerte presencia en
la marca, con énfasis en su manager Anglo-Italiano Gino Amasanti y su sucesor
Gennaro Pelliciaia. En sus materiales promocionales nunca se hace mención de
Whitebread.
Caffe Nero
mientras tanto ha mercadeado una imagen de autenticidad creando un ambiente más
continental en sus cafeterías y permitiendo en ciertas secciones fumar y
reclutando la mayoría de sus baristas entre los estudiantes europeos jóvenes
que residen en Londres.
Una revisión reciente
de la cadena por el magazine “Tattler” proclamo que “servían el mejor espresso
al otro lado de Milán”. Claramente la Italianidad es concebida para conferir
valor a las bebidas, mientras por contraste, ninguna de las cadenas de cafeterías
más grandes de los EE UU ha cultivado una imagen Italiana.
Seria fácil
atacar estas marcas por publicitarse bajo falsas pretensiones- ninguna es
Italiana, ninguna tuesta su café en Italia, además Nero no siempre tuesta su
café. Sin embargo, lo que constituye exactamente la autenticidad en el mundo
del espresso. La mezcla espresso de Costa no es justamente creada por (Anglo)-Italianos,
sus cualidades organolépticas ciertamente recuerdan aquellas del espresso italiano
clásico, aun si Costa sirve sus bebidas en tamaños como los de Starbucks. Nero
en este tema, esta muy cerca a las recetas italianas, sus estándares son
dictados primero por su director de operaciones Anglo-Italiano. Las 2 empresas
usan maquinas espresso tradicionales. Nero usa Faema y Costa es propietario de
una maquina fabricada por CMA en Véneto.
La autenticidad
entonces es un concepto resbaloso como la historia de la cadena Británica más
pequeña, Puccino lo demuestra.
Esta cadena
fundada por 2 Británicos emprendedores hace mucho del hecho de que es servido en tamaños italianos con
café tostado Italiano, mientras que felizmente acepta en su eslogan que ha
estado “pretendiendo ser Italiano desde 1995”. Aun cuando el suministrador del
café- Segafredo Zanetti- tomo control de la compañía en el 2004, una de las
primeras innovaciones fue pasarse a los tamaños de taza Americanos.
Segafredo es uno
de los tostadores Italianos que han extendido sus operaciones en el sector de
las cafeterías, con 277 locales y ya ha alcanzado el punto en el que usa su café
mas en el extranjero que en Italia.
Otra cadena líder
operando es Lavazza con 152 unidades de Café Roma (il caffè di Roma),
principalmente en España.
Y el nuevo
concepto Illy de los que fueron abiertos 39 en el 2008.
Por supuesto,
estas actividades no están confinadas a Europa. La floreciente cultura del café
en el sudeste asiático y las llamadas economías en desarrollo BRIC (Brasil,
Rusia, India y China) han visto a los tostadores Italianos esforzándose
directamente para posicionarse en estas aéreas con Lavazza adquiriendo 150
locales en la India en el 2007, como también 2 tostadores importantes del
Brasil.
La globalización
ha creado nuevas oportunidades para la industria Italiana del café a la vez que
el mercado domestico se ha comenzado a saturar. Entre tostadores y fabricantes
de maquinas, las ventas extranjeras han comenzado a ser la clave del motor de
crecimiento. En el 2005 por ejemplo, los exportadores de café aumentaron un
11.4% las exportaciones mientras el consumo domestico cayó un 2-3%. En el 2006
las exportaciones se incrementaron una cifra record del 20% y luego en el 2007
un 12%. Ahora el 30% del café tostado en Italia es exportado, mientras que se
ha sugerido que de las 120 mil maquinas fabricadas anualmente, al menos el 70%
son producidas por compañías italianas.
En total, la
industria del espresso Italiano probablemente genera alrededor de 1 billón de
Euros, de los cuales 700 mil son café tostado, 200 mil en maquinas y 100 mil
Euros en otros equipos relacionados al café.
La pregunta para
la industria del espresso italiano probablemente no es cómo aprovechar su
auténtico patrimonio en los mercados extranjeros, sino como preservarla en el
doméstico. Es probable que sean desafiados por los participantes extranjeros,
como las cafeterías de estilo de Estados Unidos, aunque sólo sea por las
diferencias en los hábitos de consumo y actitudes de café.
Mientras el
modelo de cafetería demanda un precio superior a ser pagado por el café, y se
negocia en la base de de vender “una experiencia de veinte minutos” al cliente,
el bar de café italiano sobrevive sobre la premisa de servir una taza de café
espresso de precio bajo para ser consumido con el mínimo de servicio. Sin
embargo, la demanda del consumidor parece estar disminuyendo, en parte por las
innovaciones tecnológicas que han mejorado la oferta del espresso en el hogar,
la oficina y las maquinas vendedoras automáticas que constituyen una
alternativa genuina a las suministradas por los bares de café. Irónicamente,
por lo tanto, justo cuando el café espresso comienza a ser un icono
internacional, icono del carácter italiano en el extranjero, el desafío más grande
será mantener esa posición en el hogar.
Traducido sin animo de lucro.
Para hacer esta recopilación evidentemente hay que ser un amante consumado del café y estoy seguro que pocos le pueden disputar este lugar a Alvaro.
ResponderEliminarCreo que es inexacto lo de "la contribución del fascismo" al rotulo de barista, porque hasta hace muy poco no se conocía este nombre para la profesión y si no estoy mal son los gringos quienes la acuñan.
Lo único que quiero agregar es que sigo siendo fiel seguidor del blog de Metilxantin... siempre aprendemos algo más.
Felicitaciones por la investigación y recopilación.
Mi idolo favorito, mi Al...
ResponderEliminarBuen trabajo amor
Tu Fogata
Brillante trabajo de recopilación histórica.
ResponderEliminarEnhorabuena por el trabajo, mi local tiene 50 años de historia, aquí en Málaga, empezamos con Faema luego hemos pasado por gaggia, luego una marcfi y ahora una excelente y maravillosa CIMBALI que para mí es la mejor que hemos tenido. Gracias
ResponderEliminarMuchas felicidades por su blog, gracias por compartir información tan valiosa para nosotros los cafeteros. Saludos y sigan así.
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